¿Qué son los materiales amorfos?

Los transformadores tipo Buck Booster no son reguladores de voltaje, solamente agregan o sustraen un determinado porcentaje al voltaje

2 de septiembre de 2020  + Electricidad

En la industria de los transformadores se ha venido utilizando desde hace muchos años el acero al silicio de grano orientado para construir los núcleos magnéticos debido a sus características de alta permeabilidad y bajas pérdidas.

Actualmente, debido a consideraciones medioambientales y también a la gran cantidad de transformadores de distribución que las empresas de servicio tienen instalados en sus sistemas, se está reconsiderando la posibilidad de reducir aún más las pérdidas en los transformadores, ya que, agrupando las pérdidas de todos ellos, es una gran cantidad de energía la que se desperdicia anualmente.  Es por ello que el valor presente de un transformador se evalúa tomando en consideración dichas pérdidas, ya que un oferente puede ofrecer un transformador a un precio más económico, pero, a la larga, resulta más oneroso por las altas pérdidas que reporta.

Con esta finalidad, desde hace muchos años se tiene conocimiento de que hay ciertos compuestos del hierro que, en la proporción adecuada y con el manejo metalúrgico apropiado, producen materiales con facilidad de magnetización (relación B-H), buena permeabilidad (B/H), una mejor curva de histéresis (pérdidas por histéresis) y una mayor resistividad eléctrica a las corrientes de Eddy (Foulcault), lo que al final redunda en menores pérdidas en vacío de los transformadores.

El nombre de amorfos para estos materiales viene del hecho de que el acero al silicio es laminado en frío, lo cual produce cristalizaciones que constituyen dominios magnéticos en los cuales el proceso de la alternancia debida a la corriente alterna (60 Hz), hasta cierto punto, dificulta la alineación de los mismos en cada ciclo de la corriente.  Este tipo de pérdidas se reducen con los materiales amorfos, ya que parte del proceso de producción impide que se formen cristales y, con ello, se facilita su alineación con el campo magnético.

La variedad de combinaciones de materiales amorfos es grande y aún se continúa investigando, pero se han identificado las que pueden ser más útiles para los transformadores.

Las razones por las que no se ha implementado su uso de manera universal son:

  1. Estos materiales suelen ser más caros, ya que el costo de su producción es relativamente más alto;
  2. Son materiales muy duros pero más frágiles, lo que hace que su manipulación sea más delicada y los procesos de producción se encarezcan;
  3. Su densidad de campo magnético “B” máxima es un poco menor que la de las chapas de acero al silicio y, por lo tanto, hay que utilizar un poco más de material para lograr la magnetización requerida por el diseño.

Veremos cómo evolucionan las tendencias en el mercado en los próximos años, pero CEICA siempre estará abierta a suplir a las redes eléctricas de la mejor y más confiable tecnología, como lo hemos hecho desde 1983.

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